Definitivamente, el sentido común ya no es tan común. Vivimos en un mundo donde habitamos 7500 millones de almas en conflictos, cada quien librando su propia batalla, cada país defendiendo sus propios intereses y muy pocas veces vemos que se llegue a un acuerdo que nos beneficie a todos, o por lo menos, a los más necesitados.

Hoy las principales potencias del mundo unen sus fuerzas políticas y económicas para abastecer de armamento bélico a Ucrania en su defensa contra la agresión rusa. Sin embargo, muy poco se hace cuando se trata de unir voluntades para erradicar el hambre de más de 800 millones de personas. Según Naciones Unidas, en el mundo mueren 24.000 personas de hambre, o por sus causas relacionadas, cada día. El hambre mata al 16% de las 150.000 que fallecen diariamente en el mundo. Esas cifras alarmantes demuestran que el hambre está matando a más personas que la guerra.

Pero lo realmente triste es saber que EE UU, por ejemplo, destinó para este 2022 un presupuesto de más de 768.000 millones de dólares para su ministerio de defensa. Mientras que con solo una fracción de ese monto, unos 30.000 millones de dólares aproximadamente, lo que no representa ni el 5% del presupuesto de guerra de EEUU, se podría erradicar el hambre en el mundo para el año 2025.

No con esto quiero decir que la primera potencia mundial debe hacerse cargo de erradicar el hambre y la pobreza del mundo por sí solo. Pero si deja al descubierto cuáles son los verdaderos intereses de las principales potencias hoy en día. La guerra es un negocio que deja grandes ganancias a quienes fabrican y venden las armas, en cambio la lucha por erradicar el hambre del mundo no genera retornos.

Precisamente, del negocio de la guerra quiero hablarles. Por un lado somos de memoria corta y por el otro, la desinformación nos aleja de la realidad en ocasiones. Paradójico, pero aunque nunca antes el mundo tuvo tanto acceso a la información como hoy en día, vivimos en la penumbra de la ignorancia. 

Les mencionaré algo que tiene mucho que ver con el presente. ¿Se acuerdan de Saddam Husein? Si, el mismo que gobernó a Irak por 24 años y fue ejecutado en la horca acusado de genocida. 

En 1990, Husein invade y anexa a territorio iraki la región de Kuwait; éste hecho, junto a la expulsión de las transnacionales petroleras implantada desde 1973 en Irak, fue el detonante para que el tío Sam junto a sus aliados europeos se enfurecieran y es así como se desata la Guerra del Golfo. EEUU junto a la OTAN (32 países) todos juntos y a la vez, enviaron 200.000 soldados con toda su maquinaria bélica y arrasaron con los irakíes. Solo en el primer ataque de la alianza, murieron al menos 58.000 soldados del ejército iraki. Tome en cuenta tan desigual confrontación, que del bando de los aliados solo sufrieron unas 400 bajas en todo el conflicto. Ojo, no significa ésto que Husein fuera un santo y sus soldados los buenos de la historia. Nada más lejos de la realidad, solo quiero narrarles los hechos desde un punto de vista objetivo. 

A raíz de ese conflicto y del carácter autócrata de Saddam Husein, EE UU embarga las cuentas de Irak y empieza a aplicar el torniquete de las sanciones a la economía... (Ya les hace ruido no!)... Cómo ya deben saber, en éste mundo NADIE puede comprar o vender petróleo y afines si no es con el billetico Verde. Bien! Al verse cercado por sanciones y con problemas internos por el descontento civil, Husein decide en 2000, abandonar el dólar como moneda de cambio para quien quiera el petróleo de Irak. ¿Qué tal?... Ahora, El DICTADOR Hussein solo quiere pagos en Euros... ¡Esa fue la gota que derramó el vaso!


Entra la ONU en la escena.


EEUU y la UE acusan ante el mundo que Irak posee armas de destrucción masiva y agentes biológicos. La ONU, fiel a sus intereses occidentales, exige a Sadam Husein que permita el acceso de los inspectores de la Comisión Especial para el Desarme (UNSCOM) a los "lugares presidenciales". Esto ocurrió el 13 de enero de 2003.

Irak niega tajantemente tal acusación y hace énfasis en que no albergan materiales y armas prohibidas en los recintos presidenciales

Por esta negativa, el Consejo de Seguridad de la ONU condenó a Bagdad. Tras esta condena EE UU y Reino Unido lanzaron un ataque contra Irak para obligar a cumplir las resoluciones del Consejo de Seguridad.

Esas misiones belicistas se llamaron "Operación Libertad en Irak y Nuevo Amanecer"... Amigo lector, cuando cayeron sobre Bagdad le dispararon a todo lo que se movía. Prueba de ello es la masacre a más de 390.000 civiles. Acabaron infraestructuras, hospitales, escuelas, ancianatos, viviendas, etc... *¿Cuál fue el resultado de ésta carnicería en Irak?*.

¡NO HALLARON NADA! 

La UNSCOM confirmó lo que el DICTADOR decía, que en esos lugares NO se oculta material para producir armas no convencionales y mucho menos armas de destrucción masiva.

En 2011, cuando la coalición retira sus tropas. ¿Cuál fue su respuesta?: HUBO UNA FALLA EN NUESTRA INTELIGENCIA MILITAR.

Vergonzoso acto de guerra que quedó impune. No hubo sanciones ni consecuencias para quienes perpetraron este aberrante crimen de guerra. La masacre no fue sólo contra Saddam Husein y su régimen autócrata sino también contra niños, ancianos y mujeres indefensas.


Ahora bien, ¿Quién se benefició de esta Guerra?

Pues en primer lugar, la industria militar de EE UU y Reino Unido llenaron sus arcas con la venta de armamento. Incluso, también se convierten en los principales proveedores de armamento a los grupos terroristas que emergen durante y después del conflicto. Los mismos que supuestamente, combatían. 

Les fue tan bien en su negocio a éstas industrias de armamento bélico, que ayudaron a la economía estadounidense a salir de la recesión del 2008. Prueba de ello es que las industrias más valiosas del mundo, son las de tecnología y armas.


En segundo lugar y con beneficios más lucrativos aún, fueron las transnacionales petroleras que se apoderaron de los gigantescos pozos petroleros del segundo mayor productor de petróleo en el oriente medio. Hoy, la ExxonMobil, Shell y BP explotan más de 3,3 millones de barriles de petróleo diarios, los cuales son enviados a Occidente. En contraste con este caudaloso negocio petrolero, Irak sigue sumida en ruinas, uno de cada seis niños es huérfano y los niveles de pobreza extrema son alarmantes.

Este recuento de lo que sucedió en Irak, lo hago con la finalidad de poner sobre el tapete la gran hipocresía de los políticos y de las grandes instituciones mundiales.

Hoy, a raíz de la ofensiva rusa en Ucrania, se descubrieron laboratorios biológicos donde se desarrollan patógenos mortales y se modifican virus en suelo Ucraniano. China y Rusia poseen pruebas irrefutables de tales laboratorios donde además se hallaron archivos que vinculan al Pentágono en su financiamiento. Me explico, lo que significó la destrucción de Irak y nunca existió, hoy SÍ EXISTE en Ucrania y el mundo lo calla, porque en ésta ocasión los intereses de quien hace la ley están del lado de quién desarrolla estos laboratorio.

Podríamos cuestionar, ¿Quién nos garantiza que en esos laboratorios no se desarrollaron los patógenos que provocaron la Pandemia? ¿Por qué están más seguros estos laboratorios en manos de EE UU y Ucrania?... Voy más allá, ¿Por qué existen ese tipo de laboratorios con tecnología en desarrollo de virus mortales?... En fin, el colmo de la hipocresía.

Queda comprobado que quien hace la ley, hace la trampa… Dejo esas interrogantes para la reflexión y para abordarlas en un próximo post.


Sean amables y hagan el bien sin ver a quién!!!...